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sábado, 17 de diciembre de 2022
Personalismo escéptico
martes, 8 de noviembre de 2022
Los valores del deporte
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Ilustración de Luis Miguel "MOGA" |
sábado, 5 de noviembre de 2022
La persona como límite
Las personas están por encima de las leyes, la burocracia y las políticas económicas y educativas. Las leyes tienen como función garantizar el pleno desarrollo de las personas. Para eso están los derechos fundamentales y la división de poderes. Somos sujetos materiales atravesados por relaciones sociales. Seres de carne y hueso, claro. No hace falta apelar a ninguna realidad trascendente para sostener que las personas tenemos dignidad, no precio. No somos un medio, sino un fin en sí mismo. No hay excusa para olvidar estas pequeñas ideas de la razón práctica. Ni el bien común ni la razón de Estado pueden estar por encima de esa dignidad inmanente, ese mínimo ético. Lo público y lo privado cobran sentido si reconocemos la importancia de las personas concretas. A veces las grandes ideas nos ofuscan, nos impiden ver el horizonte con claridad. Argumentamos pensando que las leyes tienen valor en sí mismas.
La ideología es una forma de olvido de lo real, de las relaciones sociales concretas, de las vidas individuales. La persona es una condición de posibilidad del discurso ético y político. La crueldad humana, las injusticias y todo tipo de exclusión se olvidan de que toda política ha de ir de abajo arriba. Si no es así, estamos perdidos. Hay que dudar de toda estrategia que deje a un lado a los ciudadanos concretos, por muy bellas que sean las palabras, por muy nobles que sean los argumentos. Perdidos en las ideologías, en los grandes planes, corremos el riesgo de ignorar quién sufre realmente con nuestras decisiones. Izquierda, derecha, público, privado... Las grandes palabras de la política pueden cegar nuestra sensibilidad ética, nuestro sentido común.
lunes, 31 de octubre de 2022
Lo que siempre falta
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Casa museo de Zenobia y Juan Ramón, en Moguer |
viernes, 14 de octubre de 2022
Los relojes del poder
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El tiempo va sobre ruedas hasta que se topa con el poder. Porque el tiempo pertenece a las instituciones que administran nuestras vidas, en lo político y en lo económico. Los mecanismos de precisión para medir el tiempo fueron creados para controlar los ritmos de producción y los transportes de mercancías. Lograron que todos lleváramos amarrado al cuerpo un reloj, de bolsillo o de pulsera, pero todos con una cadena. Decir que ha salido el sol o que está anocheciendo es tan impreciso y antiguo que ya solo lo encontramos en la poesía.
El poder gestiona su tiempo y el nuestro. Hay veces que todo va muy rápido, con plazos férreos, como cuando te ponen una multa o tienes que pagar impuestos. Ahí el tiempo es oro. Los plazos para pagar o solicitar ayudas son claros. El que se duerme se busca un problema. La convocatoria es clara. Está escrito y publicado. El desconocimiento de la ley no nos exime de su cumplimiento. Para talar los árboles que molestan o son un "peligro" tampoco hay demora. Primero los cortan y luego argumentan.
El tiempo propio del poder es otro asunto. Las cosas de palacio van despacio. Cuando tú vas con la lengua fuera para llegar al trabajo, los presidentes y diputados se hacen los remolones o juegan al escondite. Mientras tú pierdes una ayuda por haber presentado tarde un papel, el órgano que coordina a los jueces, nada más y nada menos, sigue sin ser renovado como la ley establece. Para nombrar un defensor del ciudadano o un interino a tiempo tampoco hay prisa. Los intereses económicos y políticos convierten los segundos en años, como en las películas de ciencia-ficción, cuando nos acercamos a un planeta muy masivo o viajamos a velocidades muy altas.
En palacio todo se vive de otra forma. Pedir un permiso de obras puede dar lugar a una espera que roce la eternidad, ya sea para abrir un negocio o para instalar unas placas que nos recuerden a los que murieron en los campos de concentración. Se ve que los ciudadanos, por mucho que lo intentemos, somos incapaces de entender esa física del tiempo burocrático, o esa metafísica, quién sabe. El poder siempre tiene una explicación para que sigas en la lista de espera o para que pagues el recargo de la sanción.
A un trabajador se le pide que llegue a tiempo. Y se invoca la responsabilidad y la seriedad. En palacio todo eso da igual. Nadie se hace responsable de las tardanzas, aunque pongan en evidencia la falta de dignidad democrática. Viven atrapados en la maquinaria de adquisición y conservación del poder, que todo lo justifica. A los demás solo nos queda esperar, otros seis meses más, a que todos los permisos estén en orden para instalar las Stolpersteine; esperar a que se nombre a un Defensor del Ciudadano; esperar a que se renueve el Consejo General del Poder Judicial; esperar a que nombren al doctor que falta; esperar a que nos devuelvan el tiempo perdido.
martes, 11 de octubre de 2022
Clasificar, ordenar y cuantificar
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Ilustración de Luis Miguel Morales "Moga" |
El término científico aparece todos los días en los medios de comunicación. Todo el mundo valora la ciencia, pero no siempre se tiene claro en qué consiste esa praxis científica. La editorial sevillana Senderos ha publicado La ciencia, sus imágenes, sus conceptos, del matemático y filósofo Javier de Lorenzo, una obra que de forma rigurosa, crítica y creativa nos acerca al hacer científico y nos empuja a seguir investigando.
domingo, 11 de septiembre de 2022
Estado de alarma: ¿prohibir una conferencia de Olona?
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Obra de Chiharu Shiota |
Las universidades y los medios de comunicación son espacios para la argumentación libre y plural. Son los lugares en los que se forma la opinión pública. Sin ellos, cualquier tipo de democracia carece de sentido. Y es necesario que aquellos que se dedican directamente a la política acudan a exponer sus argumentos y sus ideas. De la misma forma que es impensable una prensa que no sea plural y libre, tampoco puede existir una verdadera universidad si no es abierta. Prohibir nunca es el camino. Si tan erróneas son algunas posiciones ideológicas, habrá que refutarlas con la palabra, con razones y datos.
Como es lógico, los límites que posibilitan ese pluralismo vienen establecidos en la legislación vigente, desde la Constitución y los códigos hasta los reglamentos concretos de las instituciones. Hay que escuchar en esos foros a los que abandonaron la violencia y cumplen las normas, a los que tienen otro modelo de Estado o de política económica y cumplen las normas, a los que quieren cambiar las normas, pero cumplen las normas... Ahí tenemos los derechos fundamentales. Y prohibir una conferencia no parece que sea muy coherente con ellos.
Cuando veo interrumpir a gritos una conferencia, sin dejar hablar al orador, sea de la tendencia que sea, creo que algo no se ha comprendido bien. Que hable, y luego comprobaremos si lo que dice es razonable y se atiene a las normas del método científico y del sentido común. Que hable, y luego veremos si tenemos un teoría mejor, que explique mejor los hechos o que oriente mejor nuestras acciones. Escuchar, hablar, preguntar, y buscar contraejemplos, contradicciones, falacias...
Los que son partidarios de prohibir deben tener muy claro todo. Quizás posean la verdad absoluta... Lo de llamar fascistas o comunistas a los que no deseamos escuchar no parece la mejor estrategia. Más bien parece una carencia. Etiquetamos para no tener que pensar sobre temas concretos. Pensar con tópicos y prejuicios es muy fácil. Lo difícil es ser prudentes, tolerantes y justos para separar el grano de la paja. La complejidad política requiere hablar de leyes concretas. Y la universidad es un buen foro para ello, si tenemos en cuenta que hay expertos juristas que buscarán la mayor objetividad y los razonamientos impecables. El asunto de la posible inconstitucionalidad de los estados de alarma ha generado un debate que puede ser muy enriquecedor y dar lugar a una mejora de la legislación vigente.
jueves, 8 de septiembre de 2022
¡Que le corten la cabeza!
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Alicia en el país de las maravillas, de Tim Burton |
martes, 6 de septiembre de 2022
¿Estamos preparados para que nos gobiernen?
Todos los partidos están preparados para gobernarnos. Siempre lo están. Exhiben una autoestima que no parece de este planeta. Y por si fuera poco, disponen de una serie de conocimientos innatos que lo abarca todo, desde la geología a la robótica. Empiezan el curso ya sabiendo los temas, con la nota máxima ya fijada. Cuando hay elecciones a la vista, el mundo parece que funciona al revés. Y siempre hay elecciones a la vista... Las maquinarias del poder, los partidos, están engrasados, con la I.T.V. semanal superada, preparados para gobernarnos. Ya saben que lo van a hacer muy bien. Todos mejor que los otros, por supuesto. Y prometen que van a escucharnos. Aunque lo de escuchar llama la atención, si ya lo saben todo y tienen todas las medidas a punto.
martes, 23 de agosto de 2022
Superioridad disuasoria
Parece ser que estamos rodeados de potenciales enemigos, por el sur, por el este... Así que hay que rearmarse hasta los dientes. ¡Que vengan destructores para reforzar nuestra posición y la fidelidad al bloque! Y compremos cazabombarderos a los americanos antes de que les caduquen. Aviones para apagar incendios no, ni hablar. Y es que la percepción del riesgo es muy flexible, es decir, manipulable. Por lo visto los ecologistas y los pacifistas son unos irresponsables, con las cabezas llenas de pájaros... Como los del sur y los del este nos vean flaquear, nos invaden y destruyen nuestra gloriosa civilización. Hay que ser más que los otros, más que nadie, para que no se atrevan a hincar el diente a nuestros manjares. No están invitados al gran banquete de la civilización. Reducir armamentos, reducir emisiones contaminantes... Con esas ideas peregrinas no mantenemos la superioridad disuasoria. Pero a lo mejor la gente quiere menos listas de espera para curarse, o menos alumnos por aula, o empleos decentes... El riesgo de la pobreza, el riesgo de ver los pueblos abandonados, el riesgo de los incendios, el riesgo de los trabajos basura, el riesgo de no poder pagar la luz o el gasoil y tener que cerrar tu negocio... Todo eso puede esperar, no hay prisa. Son exageraciones de los radicales. Lo primero es la superioridad disuasoria. Los ciudadanos sensatos no se alteran por esas paranoias de comunistas. Los ciudadanos sensatos quieren más destructores, más vallas, más F-35. La gente no para de pedir F-35, en la calle, en la plaza de abastos, en el hospital, en el colegio... Y algo parecido debe ocurrir en el sur y en el este. Allí lo prioritario también es sacar pecho, armarse como es debido. La gente del sur y del este también quiere más aparatos para matar. Qué fácil es meter el miedo en el cuerpo para que los mecanismos de la autodestrucción sigan bien engrasados...
https://www.lavozdelsur.es/opinion/superioridad-disuasoria_281810_102.html
viernes, 5 de agosto de 2022
Unidad de medida natural
Cuando las aguas se retiran, aparecen los escombros y ruinas. Las alfombras del progreso no dan abasto. Debajo ocultamos las contradicciones de un modo de vida insostenible, basado en la ingenua creencia de que la naturaleza es infinita. Nuestras varas de medir ya no sirven. No funcionan porque las ignoramos. Miramos para otro lado. Hay que volver a observar los restos de la naturaleza para ver qué nos muestran. Los árboles suelen reflejar bien lo que ocurre. Y lo hacen precisamente cuando intentamos aniquilarlos. Del mismo modo que la sierra hace emerger los anillos del tiempo, los pantanos convierten a los árboles en indicadores del nivel de consumo y de la capacidad que tiene el entorno de soportarlo.
sábado, 30 de julio de 2022
Huella energética
Ha bajado por el camino polvoriento, por la senda que recorren las máquinas. Será porque la miel no anda lejos. El cerco se estrecha para todas las bestias, también para los humanos. La naturaleza es un viejo sueño, una pesadilla que nos recuerda en qué consiste nuestra lógica implacable: necesitamos dos universos para desarrollar esta civilización. Las huellas sobre el polvo calcinado atraen la atención del caminante. Hay una mezcla de miedo y admiración que nos paraliza. Son seres de otro mundo. Al fondo, suena el zumbido de las máquinas, mientras las huellas guardan un silencio inquietante. Ha bajado por el camino, por donde circulan los constructores de bienestar y los ociosos paseantes que disfrutan de él.
martes, 26 de julio de 2022
Tiempos de lectura
Mientras intentabas saber quién era el asesino, se te ha ido la tarde. Ni sabes dónde has estado. Has vivido en otra época, muy lejana, tan distante que te cuesta reconocer tu propio entorno. Has habitado otro tiempo. Con las llamas de fondo, has recorrido paisajes helados, glaciares, lugares de relojes congelados. Mientras te adentrabas en la selva, se te ha ido la noche. Ni sabes dónde están los astros. El poema te llevó al interior del tiempo. Te has dejado llevar, como trastornado, por metáforas antiguas. Y has perseguido al héroe hasta donde el sueño te lo ha permitido. Con las guerras de fondo, has imaginado mundos habitados por verdaderos seres humanos, gentes capaces de hablar y escuchar a cualquiera. Y has releído esos pasajes con toda la ingenuidad del mundo. Has viajado al corazón del tiempo, para huir de las tinieblas. El universo es infinito cuando lees. Ni el espacio ni el tiempo se acaban. Tú los creas. La mirada del poeta te ofrece ese poder. Por eso relees sus versos. Con los precios de los combustibles de fondo, has viajado más que nunca, a una velocidad desconocida, con un destartalado vehículo. De vez en cuando, levantas la vista para reconocer tu casa y tu cuerpo, pero sigues atravesando historias y sintiendo lo que las palabras rezuman. Estás fuera del tiempo, eres el tiempo.
martes, 21 de junio de 2022
El camino
sábado, 18 de junio de 2022
Jornada de reflexión
Nadie puede interferir en la reflexión del ciudadano preparado para votar. Sería un acto descortés. Lo importante es saber elegir con autonomía. Hay que pensar en todo, en uno mismo, en Andalucía, en España, en Europa... Elegir no es fácil. Y menos aun si de lo que se trata es de mejorar el universo. Piensen en lo que podemos perder, la dignidad. Piensen en lo que podemos ganar, la dignidad. Nos piden que pensemos hoy, como si fuese la primera vez. Ya hemos pensado en estos asuntos muchas veces. No todas las opciones son iguales. Queremos una sociedad donde todas las personas puedan vivir, una sociedad en la que se respeten los derechos fundamentales que aparecen en la Constitución. El sentido común nos dice que esos derechos son innegociables. No se dejen llevar por esos eslóganes que parecen solucionar todos lo problemas al pronunciarlos. Piensen en el camino recorrido. Quizás empezó con la Revolución Francesa, o mucho antes. Ahora no podemos volver atrás, al antiguo régimen, al feudalismo, a un mundo con privilegios de clase, con fanatismos y exclusiones, un mundo que no conoce los principios básicos de la humanidad. Hoy nos toca pensar y mañana votar. No se dejen engañar por los símbolos o los colores, porque nada tienen que ver con las necesidades reales de los ciudadanos. Aunque suene extraño, seguimos en lo mismo, en encontrar la libertad, la igualdad y la fraternidad. Pero hay gente que no lo ve así. Hay propuestas que nos mandan al mundo de las cavernas. Quieren que volvamos atrás, a esas sociedades en las que manda el más fuerte y el más ignorante... Han recuperado rancios dogmas, pensamientos muy alejados de las democracias modernas. Reflexionen sobre lo que nos viene encima, gente atrapada en símbolos arcaicos y tradiciones hace tiempo superadas. El camino de la justicia y la libertad es más difícil. Requiere tiempo.
martes, 14 de junio de 2022
Preparados para saber elegir
El modo de vida actual nos obliga a elegir cada vez más. Hay que rellenar muchos documentos y escoger entre diferentes opciones: qué quiero estudiar, qué tipo de contrato, qué modo de pago, qué tipo de motor, qué modelo de móvil, qué color de pelo, qué menú… Vivimos en sociedades complejas, abiertas y plurales, donde la libertad de elegir se ofrece como un valor incuestionable. Dicen nuestros mayores que en sus tiempos no había tantas opciones, apenas elegían en sus vidas. Hoy es todo lo contrario, nada parece simple o sólido. La libertad se ha burocratizado. Somos un formulario, de papel o digital.
sábado, 11 de junio de 2022
La pegatina II
Ya la han quitado. Justo el mismo día en el que me llegó al buzón propaganda electoral de un partido político distinto. Será un casualidad. De la contigüidad espacial y temporal de dos hechos no puedo deducir una relación causal de buenas a primeras. Pensé, desde mi ingenuidad, que vería envejecer la pegatina. No ha llegado ni a la adolescencia, la pobre. No ha durado ni la mitad de la campaña electoral. Quedan unos restos, los que siempre se resisten a salir del primer tirón. Arrancar una pegatina es un acto técnico que requiere pericia. Con lo fácil que es ponerla... El que la ha quitado no estaba pensando en hacerme un favor y limpiar mi fachada. Si fuese así, no habría dejado esos restos. Es la guerra de los carteles, la lucha por el espacio. Cada vez se ponen menos, pero sigue habiendo disputas. Son como niños, basta que uno ponga elija un sitio para que se le antoje al otro. De repente, aquel insignificante rincón se convierte en el enclave estratégico que todos quieren conquistar. Se trata de una dialéctica espacial, o algo así. El empujón sustituye al argumento. Creen que ahí se van a fijar los indecisos, porque todos los que no han decidido su voto pasan por ese rincón. Si el espacio físico fuese infinito, no tendría gracia. Es lo que ocurre con la red, por eso es más aburrida la campaña en ese entorno virtual. Aunque habrá intentos de piratear los anuncios digitales.... No vaya a ser que los indecisos que visitan esa página...
viernes, 3 de junio de 2022
La pegatina I
Me ha hecho mucha ilusión ver una pegatina en la puerta de los contadores del agua. Después de tanta red social y tanta pantalla, ver la foto de la candidata sonriente en mi fachada, con sus colores, eslogan y siglas, me ha animado. De las primeras elecciones solo recuerdo eso, mi afán por coleccionar pegatinas de todos los partidos que visitaban mi pueblo, allá en Castilla. Llegaban en un coche empapelado, con megáfonos que dispersaban música estridente y frases incomprensibles para nosotros, los más pequeños. Corríamos detrás hasta que nos regalaban las pegatinas. Misión cumplida. Por eso al ver una pegatina, aquí, en el siglo XXI, en una plaza de Jerez, me da la impresión de que algo conecta esas dos experiencias. Puede ser la ilusión, el pensar que la gente quiere seguir mejorando, que va a escuchar las diferentes propuestas, que va a decidir con el bien común en el horizonte... La pegatinas y los carteles traen el aire festivo de la democracia a las calles. Ya lo sé, quizás sea un ingenuidad infantil, pero no nos queda otra. También he pensado en que la pegatina irá perdiendo los colores, abrasada por el sol. Los discursos serán agrios y vacíos. Los argumentos serán embadurnados de emociones y bajas pasiones. La pegatina perderá su brillo. Todo el mensaje se irá desdibujando, hasta que empiece a ser molesta, algo que ensucie la pared.
domingo, 29 de mayo de 2022
Campaña
martes, 17 de mayo de 2022
La diversidad cultural
jueves, 12 de mayo de 2022
Imagen de un agujero
La primera vez que me contaron algo sobre los agujeros negros estaba en el colegio. Una asociación de astronomía fue a darnos una charla. Las diapositivas desfilaban ante nuestras miradas. Y nuestros cerebros se aceleraban, o se esponjaban. Aquel grupo llegado de la capital nos traía noticias del universo. Nos hablaban de estrellas, telescopios, velocidad de la luz, Big Bang... Fue un acierto de nuestro profesores organizar aquella actividad. Se nos hizo muy corto. El tiempo encogió, quizás por la velocidad de nuestro pensamiento. Recuerdo que les hicimos muchas preguntas. Nos quitábamos la palabra unos a otros para saber más. Y es lógico, porque cuando te dicen que ni la luz puede escapar de esos objetos supermasivos... Ahora, mediante una red de satélites, han logrado, fotografiar el agujero negro que se encuentra en el centro de nuestra galaxia. No hace falta ser un físico para quedarse con la boca abierta. La inmensidad nos desborda. Es lo sublime. Pensar lo grande y lo pequeño nos deja pasmados. Pero quizás no sea lo más importante. Las distancias, las masas, la gravedad... Detrás de todos esos conceptos está el trabajo de los científicos. Detrás está la matemática. Para pensar en un agujero negro debemos resolver ecuaciones. Y tenemos que ser capaces de imaginar lo que esos números representan. Al hablar de la curvatura del espacio-tiempo necesitamos utilizar la imaginación para llegar a captar qué significa eso de la gravedad. Y recurrimos a la imaginación porque es el atajo que los mortales tenemos para interpretar las diversas geometrías que la razón nos ofrece. Detrás de la imagen del agujero negro está agazapada toda la historia de la ciencia y la tecnología. Harían falta millones de páginas para explicar cómo ha sido posible esa imagen. Lean la Historia del Tiempo, de Stephen W. Hawking. Allí habla de física, de singularidades y relatividad. Recuerden que este gran físico y divulgador también explicó cómo se evaporan los agujeros negros. Es una lectura que a lo mejor nos permite entender qué significa esa fotografía recién hecha por una red de científicos del siglo XXI. El reto técnico y metodológico nos muestra otra vez lo sublime del saber.
domingo, 8 de mayo de 2022
El reloj del poder
Hay citas a las que no conviene llegar tarde. A una entrevista de trabajo, por ejemplo. El problema no es hacerse esperar, sino la imagen que proyectas al que te observa. Si quieres mostrarte como una persona seria, que organiza su trabajo con honesto interés, es bueno que llegues a tiempo. Y si andas apurado, incluso si apareces fuera de plazo, deberás dar explicaciones, y con fundamento. Porque puede dar la impresión de que eres un descuidado, que tus verdaderos intereses son otros y que todo es una pantomima. Claro, que aquí tiene la culpa tanto el que espera como el que no aparece. Se ve que no han sincronizado bien los relojes del poder... No se han aclarado a tiempo. Ya sabemos que los acuerdos electorales son complejos, nadie lo duda. Y que hay que hacer encaje de bolillos para que todos estén contentos. Esa es la lógica de los procesos electorales, la maquinaria que siempre está en marcha. El asunto es que esa búsqueda del poder por el poder era una de los elementos que había que erradicar de la vieja democracia representativa. Lo importante eran las necesidades reales de la gente, no los puestos en las listas electorales. Ni siquiera las ideas o los eslóganes iban a estar por encima de esos problemas de los ciudadanos. Y ahora resulta que no sois capaces de unir todas las fuerzas, que no sois capaces de mostrar un proyecto único donde se defiendan los intereses de los trabajadores andaluces. Os habéis vuelto a enredar en la estrategia. No basta con dar cuatro brochazos verdes o rojos. Y menos si se utilizan como excusa para ir cada uno a lo suyo. La apatía del electorado no se elimina llegando tarde ni formando un club a parte. La unidad es una utopía porque ya no es prioritaria. Hay otros intereses, la vieja historia... Además de los programas, os pedimos un diccionario de siglas, para aclararnos con tiempo, no sea que lleguemos tarde a votar o no lleguemos.
sábado, 23 de abril de 2022
Escribir, leer y publicar
Día del libro
No hay forma de acabar con los libros. Lo han intentado, pero sin éxito. Ahí siguen, con sus lomos y sus páginas. Incluso abren nuevas librerías. Empezamos a leer por obligación, como si fuese una tortura, y acabamos leyendo por necesidad, como si fuese algo esencial para ser felices. Claro que podemos vivir sin libros... Y sin ojos, sin cerebro, sin corazón... Solo contienen historias, ideas y cualquier cosa que se nos pase por la cabeza. Así son los libros. Si todos leyésemos más, seríamos mejores personas. Falso, absolutamente falso. Leer no nos convierte en seres mejores. De hecho, leer no nos convierte en nada. Ahí radica su atractivo. Leer es una forma de perderse. Ya sea un relato o una argumentación filosófica, leer implica abandonar este mundo. Y el mundo no es tan malo. Si quitamos las enfermedades, la guerra y la muerte, lo demás es llevadero. Pero los libros... Parece que nos invitan a dejar de vivir. Nos ofrecen muchos mundos, al menos distintos.
https://www.lavozdelsur.es/cultura/roedores-de-cultura/dia-libro_275723_102.html
martes, 19 de abril de 2022
Formas breves de narrar y de pensar
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Diseño de Miguel Parra |
martes, 8 de marzo de 2022
Palabra de Homo sapiens sapiens
Creación de Domingo Martínez |
martes, 8 de febrero de 2022
Los borradores, las notas y los tachones
Fotografía de Domingo Martínez González |
Por eso son tan importantes los cuadernos de trabajo de los
creadores. Nos demuestran que no son dioses, sino humanos extraordinarios. Son
seres capaces de obsesionarse con una idea o un problema y dedicar toda su vida
a pensarlo, a resolverlo o reformularlo infinitas veces, hasta que logran algo
parecido a una solución.
El libro que ustedes están leyendo, o su cuadro preferido,
es la última versión de una idea que revoloteó dentro de la mente de un creador
durante mucho tiempo. Nos surge la duda de si la obra es ese resultado final
que ahora contemplamos o el proceso completo, desde que brotó la idea original
hasta que compramos la obra. Si incluimos todos los bocetos y borradores,
también debemos añadir la recepción por parte del lector, con sus
interpretaciones y perspectivas. La obra es un proceso abierto.
No todos los creadores están de acuerdo con revelar el
andamiaje de sus obras. Hay miedo, pudor, o mero desinterés. Los borradores reflejan
la intimidad del intelectual, sus dudas, errores y callejones sin salida. Las
notas de trabajo y los cuadernos sacan a la luz también las fuentes de donde
beben el artista y el científico. Vemos quiénes son sus modelos, reconocidos
públicamente o no. Algunos creen que todo esto debe quedar oculto, que es parte
de la intimidad del proceso creativo y que no tiene interés para nadie. Incluso
puede ser utilizado en su contra, para buscar puntos débiles.
Hemingway escribió cuarenta y siete finales distintos antes
de concluir Adiós a las armas, nos
cuentan Anthony Brandt y David Eagleman en su excelente ensayo La especie desbocada (Anagrama, 2022). Nadie
puede sospechar, nos dicen los autores, que “una abundancia de opciones dio lugar
a la última página de la novela”. En todas las artes hay una infinidad de
variaciones y alternativas antes de plasmar la solución final. “Para diseñar el
Flea Theater de Nueva York, la Architectural Research Office elaboró setenta
fachadas distintas.”
El libro habla de cómo la creatividad humana remodela el
mundo. Así que hay ejemplos de todos los campos. Desde la pintura hasta el
diseño de coches o fármacos. La herramienta que utilizamos para innovar es el
cerebro, que genera “superabundancia de opciones: muchas no llegan a la
conciencia, y de entre las que lo consiguen, son muchas las que sucumben”. Para
Eagleman, neurocientífico, y Brandt, compositor, el trabajo creativo se basa en
tres operaciones: doblar, romper y mezclar. Todas las innovaciones surgen de
estas formas de transformar lo que vemos y recibimos de nuestra tradición. Es
evidente que no todo lo que doblamos, rompemos o mezclamos se convierte en una
obra definitiva. En el camino quedan muchos intentos, muchos fracasos, porque para ser innovador y triunfar es
preciso ser arriesgado, original… y contar con un contexto social oportuno.
Conocer los bocetos y las notas de trabajo no solo es bueno,
sino también necesario. Acaba de aparecer una edición ampliada de La idea de principio en Leibniz y la evolución
de la teoría deductiva, publicada por el CSIC, de la mano del filósofo
Javier Echeverría. Se han incluido 587 notas de trabajo de Ortega y Gasset. Estas
anotaciones nos ayudan a conocer la mente creativa del filósofo, sus fuentes, y
las modificaciones que llevó a cabo a lo largo del proceso de escritura. Si los
libros publicados nos muestran el pensamiento del autor, sus notas y borradores
reflejan cómo pensaba. Así, encontramos
en esta nueva edición imágenes de los manuscritos, con notas pegadas con celo
en el folio.