sábado, 23 de marzo de 2013

TRAMPAS DE LA AUTOCONCIENCIA II

 Estamos tan acostumbrados a pensarnos a nosotros mismos que nos resulta raro que el mundo haya existido antes sin nuestra conciencia o la conciencia de otro ser. Una realidad no pensada nos parece una contradicción. Así que lo arreglamos creyendo que toda la realidad tenía como finalidad producir la conciencia. Lo que fue una casualidad lo convertimos en una necesidad. Y terminamos haciendo teología, como le dijo Feuerbach a Hegel.
 Somos conscientes de nuestra finitud y no nos gusta. Por lo tanto, nos negamos a admitir que seamos seres efímeros. Deseamos ser diferentes a lo material, a lo físico; así que decimos que nuestra esencia es de carácter espiritual. Queremos ser eternos. Donde sólo hay azar y finitud queremos contemplar eternidad y necesidad.
 Somos conscientes de que el ser es plano; si no hubiéramos existido no habría pasado nada. Pero queremos valer algo, ser algo más. Algo bueno, como nosotros los humanos, no puede dejar de existir así como así. Por lo tanto tenemos un valor absoluto que nos proporciona cualidades trascendentes. De la inmanencia que nos muestra el sentido común pasamos a una trascendencia diseñada a medida.

viernes, 22 de marzo de 2013

ANIMALES Y COMUNIDAD

 Cuando éramos cazadores recolectores nuestra relación con los animales debía de ser discontinua, esporádica. Si los considerábamos sagrados o algo similar no podemos saberlo. Poco podemos deducir de las pinturas rupestres. Tampoco podemos saber si teníamos que soportar algún cargo de conciencia por matarlos y comerlos. Los cazadores tenían un contacto con los animales limitado al momento de la caza. En ese trance los ciervos huyen y muestran miedo. Otros bichos se revuelven de forma agresiva y se defienden. Además de la caza estaba el momento de la contemplación, la experiencia estética que suponía escuchar el canto de un ave o admirar la figura de un oso.
  Estas interacciones, escasas y a distancia, tuvieron que cambiar en el neolítico con la domesticación. Los animales progresivamente fueron convirtiéndose en miembros de la comunidad. Cumplían una función en el modo de producción y en el sistema de relaciones sociales. Además de proporcionar alimentos, energía, entraban en contactos cara a cara. Los seres humanos comenzaron a sentir simpatía por esos seres diferentes. Se preocupaban por su estado y por su bienestar. A partir de entonces los animales fueron miembros de la comunidad.
   Con el tiempo, unos dijeron que no tenían alma, que eran meros mecanismos al servicion de los seres racionales. Pero llegó la teoría de la evolución y nos emparentó para siempre. Nos situó en una misma línea, la vida, de desarrollo de los sistemas nerviosos, una línea sin cortes, sin saltos.
   Los animales somos todos organismos con sistemas nerviosos; organismos que viven en comunidad y se sienten simpatía; organismos que se necesitan, como compañía o alimento.

viernes, 15 de marzo de 2013

EL JUEGO DE SÓCRATES

   La ironía socrática desborda cualquier intento de saber lo que Sócrates sabe o piensa. Gracias a esa ironía tan bien contada por Platón se nos ofrecen todas esas formas de actuar y valorar del mundo griego. Cuando uno lee por primera vez el Banquete se sorprende ante las actitudes de los interlocutores: lo que unos esperan de otros, lo que les enfada o atrae, las propuestas explícitas, lo que aparentemente intentan definir... Esta sorpresa del lector del Banquete revela que estamos ante algo distinto, ante situaciones que hoy no pueden reproducirse. Ese marco de valores nos resulta ajeno. La distancia de Sócrates frente a Alcibíades no sabemos si es autocontrol, ascetismo, o un juego. Tampoco podemos comprender esa situación sólo como un trinunfo de la Idea frente a lo corporal. Esta interpretación me parece excesiva. No creo que haya ningún tipo de ascetismo en el juego de Sócrates. En la vida cotidiana todo estaba entrelazado. El diálogo socrático mezcla la atracción erótica con el deseo de saber. Quizás ese deseo que mueve las relaciones eróticas y filosóficas sea algo primordial, algo que en esa cultura funcionaba como eje de las relaciones humanas reflexivas, por no decir cultas. Hoy nos cuesta pensarlo como una unidad. Por eso la ironía de Sócrates nos parece un obstáculo. El juego que aparece en el Banquete es un juego de relaciones humanas de una época determinada. Quizás estudiar esas formas de vida donde la dominación o la exclusión de las relaciones homoeróticas no estaban presentes nos ayude a reconstruir el sendero que nos llevó hasta aquí.

miércoles, 6 de marzo de 2013

LITERATURA FRESCA

 Otra de las influencias de las nuevas tecnologías en la creación artística consiste en la posibilidad de publicar sin ningún tipo de filtros. Las editoriales trabajan con unos criterios y unas categorías bien definidas: lo que vende se repite hasta que ya no vende. En los blogs no hay este límite. Leemos entradas muy interesantes porque describen experiencias muy personales, muy concretas, muy locales, muy fragmentarias... Son creaciones muchas veces sin pulir, pero ahí reside su frescura creativa. No han sido transformadas por la maquinaria editorial, que hace su trabajo, como es lógico. Aunque hay blogs que son escritos con vistas a su publicación, siempre suele hacerse una selección de aquello que, tras revisarse y mejorarse, puede ser de interés universal. Para algunos esta facilidad de publicación supone una pérdida de calidad literaria o artística. Para otros es una fuente de riqueza, una fuente de literatura fresca.

viernes, 1 de marzo de 2013

TECNOLOGÍA Y CREACIÓN ARTÍSTICA

 Si crear es abrir nuevos senderos, se trata de senderos materiales. Tanto lo que ocurre en nuestros cerebros como las acciones y las obras son hechos materiales. Los que mantienen el dualismo idea/plasmación material tienen que hacer frente a muchos problemas que permanecen sin explicar o que están mal planteados desde el inicio. Uno de los problemas que el dualismo no resuelve bien es qué relación hay entre las técnicas materiales y el proceso de creación, en todas las artes, incluida la literatura. 
  Cuando aparecieron los procesadores de textos, el proceso de escritura entero cambió. Escribir sabiendo que puedes modificarlo en cualquier momento altera la forma de crear. Para algunos ha sido negativo porque los textos han perdido unidad y se ven los descosidos del procesador. Se ha perdido intensidad, capacidad de atención y capacidad de precisión. El escritor se esfuerza menos porque sabe que todo es modificable. Para otros ha sido un avance. El procesador nos ha dado la oportunidad de construir un texto abierto, infinito, ideal para cualquier escritor. Todos los novelistas o ensayistas saben que los libros no se terminan nunca. Ninguna línea es la definitiva. Según avanzamos en la obra todo lo anterior debería ser modificado. El procesador de textos te permite ir y venir, insertar y eliminar, y todo ello sin apenas gasto energético. Para Borges o Duchamp, que meditaron sobre la obra abierta, infinita, los procesadores se acercarían mucho a sus propósitos.
   Los senderos artísticos son senderos técnicos, uso de materiales, desplazamineto de materiales, modificación de texturas, tratamiento de la luz... La aparición de nuevas tecnologías ha modificado el proceso creativo porque no hay proceso artístico que no implique el uso de una técnica. No hay ideas al margen de la modificación material que realizamos. Las ideas son modificación de la materia. Las nuevas tecnologías nos permiten realizar nuevos tratamientos materiales, por lo tanto pensamos de otra forma. Así decimos que las técnicas generan nuevas categorías para estructurar el mundo.