viernes, 2 de diciembre de 2016

LA MÚSICA Y LOS ZAPATOS

   Jamás sabremos dónde comienza todo si no miramos nuestros zapatos rojos. La melodía del recuerdo, de las que ya no están, del que ya no está... Uno piensa que los rostros cambian, los cuerpos cambian y algo permanece, quizás una mirada, un susurro, quizás ese deseo de que todo vuelva a ser como ayer. Jamás sabremos dónde termina todo si no miramos nuestros zapatos rojos. Porque el violín del silencio no tiene piedad, ni la tendrá... Es todo tan extraño... Siempre habrá fotos en las que no apareceremos. Pero también habrá palabras, discursos, símbolos que recojan los anhelos más profundos de aquellos que enseñan y aquellos que aprenden, que son los mismos. Jamás recuperaremos la humanidad si no miramos nuestros zapatos rojos. ¡Y claro que le hemos visto dejar el par de zapatos! ¡Todos lo hemos visto! Ha caminado despacio, guiado por el violín, y entonces, muy serio, se ha girado y nos ha dedicado un gesto inquietante...