viernes, 22 de diciembre de 2023

Vaya valla

 


      Este es el mundo que nos prometen, una realidad al alcance de la mano. Este es el mundo que nos venden, un capricho de los humanos. No sé si se trata de materia oscura o algo semejante. Me recuerda a las imágenes del universo profundo que procesan nuestros telescopios. Quieren que compremos el universo... La realidad está en oferta, con su oscuridad y su caos. A lo mejor no es un anuncio, sino una predicción. Cuando los papeles se despegan, por las inclemencias del tiempo, brota la verdad. Y ahora nos anuncian el mundo que se nos viene encima, la catástrofe programada y consentida. 

sábado, 16 de diciembre de 2023

Los estoicos y cómo vivir mejor

    
Imagen realizada mediante técnicas de Inteligencia Artificial. (Luis Miguel MOGA)

    La filosofía de los estoicos se ha puesto de moda en los últimos años. Han aparecido varias publicaciones, dirigidas al gran público y con gran éxito de ventas. Una de ellas es Cómo ser una estoico (Ariel, 2018), de Massimo Pigliucci. El autor nos propone “utilizar la filosofía antigua para vivir una vida moderna”. En 2016 Ryan Holiday y Stephen Hanselman publicaron Diario para Estoicos: 366 reflexiones sobre la sabiduría, la perseverancia y el arte de vivir (Reverté-Management, 2020). El emperador y filósofo Marco Aurelio se ha convertido en un fenómeno editorial. No dejan de salir obras que aplican sus meditaciones a los problemas vitales del presente. En enero aparecerá un libro de Donald Robertson titulado Piensa como un emperador romano: Gobierna tus emociones y encuentra la tranquilidad en el caos (Temas de hoy). No son libros teóricos o académicos, sino obras de carácter práctico, textos que prometen ayudarnos a vivir mejor.

    Es difícil determinar las causas de este interés. Se puede resolver el asunto diciendo que es una mera moda editorial, un invento de la industria del libro. Pero hay quien sostiene, sin embargo, que vivimos una época similar a la del mundo helenístico y romano, con unas circunstancias sociales parecidas. Y que las inquietudes existenciales que padecemos ahora son del mismo tipo, a pesar de la distancia temporal. Ante la incertidumbre y la ansiedad, los estoicos nos ofrecen un camino para alcanzar la tranquilidad del alma. Zenón, Cleantes, Epicteto, Séneca o Marco Aurelio son útiles hoy porque reflexionan sobre el arte de vivir y la búsqueda de la felicidad. Cuando todo se diluye, no hay mayor atractivo que pensar en el Uno, en el Todo. Vivir de acuerdo con la naturaleza significa encajar en esa realidad global y racional. Todo lo que sucede tiene una causa. Nos conviene comprender esas cadenas causales para no sufrir en exceso. Hay que saber adaptarse a las leyes que gobiernan el cosmos.

    En muchos manuales aparecen como deterministas, como filósofos que niegan la libertada humana. El asunto es más complejo, porque para obrar conforme a la naturaleza es necesario admitir que cabe la posibilidad de decidir entre varias opciones. Deliberamos para tomar la mejor decisión y alcanzar la virtud. Se trata de ser consciente de que no somos completamente libres. Y que ir en contra de los mecanismos del cosmos no solo carece de sentido, sino que además nos genera intranquilidad del alma.

    Insisten en que controlemos los impulsos y las pasiones, lo que nos mueve a actuar en la vida. La meditación del estoico quiere aclarar la relación existente entre la parte racional del alma y aquello que se nos escapa. Debemos saber querer y elegir. El sabio estoico reflexiona para profundizar en el autodominio, mantenerse imperturbable ante lo que ocurre por necesidad y saber adaptarse a las circunstancias…

    Ser estoico significa ser consciente de las limitaciones que nos rodean. Y sobre eso sabemos más que nunca. No podemos ir más allá de las leyes de la naturaleza. No podemos ir más allá de nosotros mismos. Obrar conforme a la naturaleza significa conocer nuestra condición humana, física y social. Pertenecemos al todo. Y ese todo tiene un orden. Los que no saben reconocerlo sufren.

    El consumismo es hoy una de las causas de infelicidad. La insatisfacción programada acaba con cualquiera. Los estoicos nos ayudan a pensar en nuestros deseos. No es nada nuevo. Desear es sufrir. Los que desean en exceso acaban mal. Hay que saber desear, que no es poco... Y para eso tenemos la razón, el logos. Vivir conforme a la naturaleza no significa ser un salvaje o algo parecido. Significa ser coherente con nuestra naturaleza racional y social. Todo lo que lleve a la desmesura y nos aleje de la virtud es irracional. Aconsejan ser austeros y mantener cierta distancia con todo… La indiferencia del estoico es una forma de adaptación teórica y práctica.

    Solo el desarrollo de las virtudes y la deliberación racional pueden acercarnos a la tranquilidad del alma. Hay que evitar los impulsos excesivos, las pasiones. Al deliberar, valoramos qué sabemos del mundo y cómo nos afecta. En el mundo acelerado de hoy queda poco espacio para la deliberación… El lector que desee profundizar en el estoicismo puede acudir al libro Éticas estoicas, de José María Zamora Calvo, publicado por la editorial Tecnos. Es una recopilación de las tres exposiciones tradicionales de las éticas estoicas realizadas por Ario Dídimo, Hierocles y Diógenes Laercio. Estamos ante una cuidada edición con un excelente estudio preliminar.