sábado, 14 de septiembre de 2013

LO NATURAL NO ES TAN NATURAL


1. LA NATURALEZA.

         Los filósofos y los científicos han estudiado la naturaleza con tal profundidad que se han visto, en muchas ocasiones, atrapados por ella. En las discusiones éticas es un término que se utiliza para dar por cerrada una discusión. Seguir la naturaleza y obrar de acuerdo con la naturaleza significaba seguir el camino del sentido común y la razón. Aquellos que tenían la palabra y ponían nombres a las cosas apelaban a lo natural generalmente para establecer normas y para clasificar acciones. En la vida cotidiana las personas no suelen necesitar esa labor constante de etiquetado. Las acciones se llevan a cabo y punto. Las prácticas sexuales y eróticas suele ser etiquetadas para controlarlas. Por eso las gentes, las personas, no necesitaban una teoría de lo natural. Los gobernantes, educadores, predicadores y psiquiatras sí necesitaban esa teoría.
        
         El término naturaleza siempre ha incluido una carga de valores muy variada. Por naturaleza o natural se ha entendido:

a)     La naturaleza es el conjunto de fenómenos físicos, biológicos, geológicos, etc., que observamos. Es una definición aristotélica que se desarrollará, por ejemplo, en la Ilustración.
b)     La naturaleza es la esencia de algo, aquello que define necesariamente a un ser. El lo propio, frente a lo ajeno. La metafísica tradicional todavía no ha abandonado esta categoría.
c)      La naturaleza es el principio interno (esencial) de movimiento de un ser. Es lo intrínseco frente a lo extrínseco. Desde los pensadores presocráticos hasta la filosofía de la biología actual, el principio de movimiento y la natural se han identificado.
d)     Lo natural es lo normal. La naturaleza establece el patrón de comportamiento. Lo anormal va contra la naturaleza, contra las leyes de la naturaleza. Debe ser aniquilado.
e)     Lo natural es lo bueno. Una vez interpretada la ley, natural, aparecen lo bueno y lo malo. La naturaleza es buena en sí misma. Los que no comprenden esa bondad o son poco inteligentes o actúan buscando su malvado interés.
f)       Lo natural es lo racional. La ley natural la capta cualquier ser racional. El poder lo único que hace es ayudar a esclarecerla y obligar a que se cumpla.
g)     La naturaleza es la finalidad de las cosas. Las cosas son para algo. Todas las cosas tienen un fin. Existen para algo. El cuerpo humano sigue unas pautas naturales. Cada órgano tiene una finalidad natural. Una vez interpretada (descubierta) la finalidad de cada órgano, el representante del poder establece quién está sano , enfermo o es un delincuente que atenta contra lo fijado por las leyes naturales y divinas.

          S. Mill en su obra La naturaleza ofrece observaciones de gran interés. La naturaleza es la suma de todos los fenómenos junto con las causas que los producen, incluyendo tanto lo que de hecho acontece como lo que tiene capacidad de acontecer. Se suele oponer lo natural a lo artificial. Si nos atenemos a la definición amplia, la naturaleza abarca todo lo que ocurre según sus leyes. Por lo tanto, las máquinas y aparatos pertenecen al ámbito natural y precisamente por eso funcionan, porque siguen las leyes de la física. Sin embargo, también se utiliza natural en el sentido de no manipulado ni construido por el ser humano. Mill analiza la expresión seguir la naturaleza. Durante mucho tiempo, modificar el curso de lo natural era visto como algo malo. Lo artificial estropeaba la perfección divina de lo natural. Y adentrarse en la técnica suponía invadir el terreno de los dioses. La técnica era un poder otorgado, cedido con restricciones, por los dioses. Evidentemente, surge la pregunta de si realmente es posible ir en contra de la naturaleza.

  Al analizar el significado de lo natural tenemos que exponer el significado opuesto, a lo que se opone. Lo natural ha servido para excluir, controlar, clasificar o aniquilar. Los usos reflejan conflictos y dinámicas de poder.
  Lo que no es natural es artificial, o una construcción social. Si bien este término ha aportado una visión crítica y liberadora, puede traer, por exceso:

a)     Paralización del análisis a causa del estereotipo. Si todo es construido llega un momento en que no podemos atribuir poderes causales a nada. Per de hecho lo hacemos en la vida cotidiana. Hacking y los pragmatistas han señalado este exceso. Ugarte también intuye el peligro y lo comenta cuando habla de Foucault. El constructivismo radical nos lleva a la arbitrariedad de las estructuras sociales. Pero si no hay poderes causales reconocibles, toda crítica seria se desvanece.

b)     Relativismo e irracionalismo. Si todo es construido, hasta los conceptos constructivistas también los son. Entonces toda crítica se disuelve en las decisiones y construcciones de un sujeto o de un colectivo.

c)      Se oculta lo real. El materialismo de Ugarte o el nominalismo dinámico de Hacking intenta conservar algún tipo de poder causal en lo real. El materialismo histórico permite localizar estructuras reales, intereses reales. La necesidad de mano de obra barata es algo más que una construcción social. Y, enel caso de Hacking, los síntomas o las acciones de los individuos, aunque encauzadas y posibilitadas por las categorías , son al más que una mera construcción.


d)     Se oculta el método de acercarse a lo real. La forma de hablar de ciertos constructivistas nos conduce al nihilismo metodológico. Su sospecha continua evita distinguir una verdad de un engaño. El exceso de reflexividad crítica genera un muro infranqueable. Terminan hablando de sí mismos para justificar su posición tan radical y se olvidan de los problemas reales. Hay textos sobre homosexualidad que pueden llegar a convertirse en una reflexión sobre cómo se ha construido esa propia reflexión...


2.    PRÁCTICAS E IDENTIDADES

  En el libro de Javier Ugarte aparecen dos ideas fundamentales:

a)     Las prácticas son las mismas; las identidades cambian.
b)    El materialismo es el marco idóneo para comprender cómo surgen esas identidades. Las relaciones de producción también determinan la constitución de identidades.

             La filosofía de la ciencia de las últimas décadas ha puesto el énfasis en el concepto de “prácticas científicas”. Autores como Ian Hacking o León Olivé han desarrollado este concepto. Frente a las teorías basadas en el concepto de representación, Hacking propone que la filosofía de la ciencia se centre en las prácticas. Si reducimos el conocimiento a representación caemos en paradojas sin solución o en el solipsismo más estéril. El concepto de representación lleva a debates interminables sobre el realismo y el antirrealismo.   Frente a las tesis constructivistas, que nos arrastran hacia el relativismo o el antirrealismo radical, Hacking sugiere una revisión del realismo.

         En Making Up People realiza un análisis de cómo surgen las categorías de personas en los contextos sociales. Desde su nominalismo dinámico, esas clasificaciones son fruto de una retroalimentación, de una interacción social. Las estadísticas del siglo XIX presentan listados de gente desviada del patrón oficial. Estas clasificaciones servía para investigar por qué había suicidio, prostitución, maldad... Hakcing sigue una línea muy parecida a la de Foucault, pero como muy bien dice María Laura Martínez, pretende caminar entre el constructivismo y la filosofía analítica en la que se ha formado. La personalidad múltiple o cualquier otro tipo de enfermedad mental no es simplemente el resultado de una simple asignación de etiquetas, de palabras. Hay algo más. En un contexto determinado surgen unos síntomas o unas formas de comportarse (si hablamos del homoerotismo). Estos acontecimientos son utilizados por el poder para generar tipos de personas o tipos de enfermedades. Estas categorías tiene varias fuentes de alimentación. Por un lado el poder las necesita para ejercer su dominio. Por otro, las personas se incorporan en esas categorías persiguiendo sus intereses. Esta es la diferencia con los objetos naturales. Las personas intervienen en las relaciones sociales que generan esa categorías. En ¿La construcción social de qué?  Hacking muestra muchos ejemplos de personas que voluntariamente se adscriben una etiqueta, forzando los síntomas, para poder recibir un beneficio social del poder. Es interesante ver cómo se genera un bucle que solidifica esas identidades. Pero el bucle no parte de cero. Las prácticas posibilitan que surja la categoría pero es la categoría la que abre nuevas posibilidades de comportamiento.

   Las prácticas existen y son múltiples. Las identidades y las categorías también, pero van cambiando con la interacción social y el choque de intereses sociales. Así entendemos que las prácticas homoeróticas, que han existido siempre hayan sido categorizadas de diferente forma. En cierto momento son los mismos protagonistas los que se autoetiquetan para poder exigir sus derechos como grupo. En otros momentos las etiquetas las pone el poder para controlar y perseguir. Los intereses sociales y las estructuras de poder determinan cómo tenemos que ser para poder hacer ciertas cosas. Los flujos de poder modelan las categorías y las identidades. Los ejemplos que cita de nuevas enfermedades mentales muestran esas zonas difusas donde los síntomas toman forma. Los que nos dedicamos a la enseñanza secundaria hemos observado cómo el niño revoltoso se ha convertido en hiperactivo. Y hemos observado cómo los padres y profesores dan forma a los síntomas para que encajen en ese etiquetado. La etiqueta pude servir, en este caso, para justificar el fracaso escolar, las carencias del sistema educativo, etc.

           Javier Ugarte nos explica cómo las definiciones de identidad, género, lo normal y lo anormal, vienen determinadas por las relaciones de producción de cada momento histórico. La clase dominante necesita establecer qué es lo natural para poder controlar los procesos de producción y de reproducción. La represión y los mecanismos de control impiden que los ciudadanos se salgan de las relaciones del sistema productivo vigente. Se necesitan obreros que tenga más hijos, más obreros. Los invertidos son una amenaza tanto a la autoridad, como a las leyes biológicas, según la ideología dominante.

  En cada momento histórico “lo natural” es definido por la clase que tiene los medios de producción. La nobleza y el clero configuraron una estructura ideológica que utilizaba una teoría de la  “ley natural”. La obra de Santo Tomás se presenta como ciencia aristotélica. La burguesía, apoyada en los estudios nacientes sobre la biología, pretende definir lo que es cada especie “por naturaleza”. En las sociedad postindustrial aparecen las teorías del ser humano. Foucault habla de saber y poder, formas de saber y formas de poder.

    El concepto de “prácticas” remite a una posición escéptica. Nos recuerda a la crítica que hace Hume al concepto de yo o de sustancia. Es esencialismo siempre quiere atrapar la definición esencial de algo. En el caso del género o la identidad sexual, los esencialistas quieren atrapar lo permanente, lo que no cambia. En el caso de los pluralistas, las relaciones humanas son múltiples, variadas. No hay una esencia común.
  Conocer es intervenir en la realidad. La ciencia es un conjunto abierto de prácticas. No hay un límite. Las relaciones sexuales y eróticas son plurales. Las relaciones humanas son intervenciones en el entorno social. Son acciones concretas, son creaciones. El modelo esencialista sólo concibe la pluralidad como variación del modelo original.



3.    MODELOS ESENCIALISTAS
        
         Los modelos esencialistas pueden clasificarse en: platónicos, tomistas y naturalistas. Los seguidores de Platón intentan utilizar el concepto de Idea para justificar su apelación a lo natural. Existiría una Idea de ser humano. Esta Idea generaría un marco normativo para establecer lo bueno y lo malo. Toda Idea participa del Bien. Por lo tanto al participar de una Idea nos acercamos más o menos a la Idea suprema. Esta jerarquía de las Ideas se plasma en un orden social jerárquico y basado en los conocimientos esenciales que la dialéctica proporciona. Obsesionados por ese orden trascendente, los platónicos diseñan una ciudad ideal con la estructura del alma humana. Para que todo funciones bien, cada clase social debe cumplir las funciones que le corresponden. Este orden forzado proviene del conocimiento de las Ideas, no de las prácticas reales. De este modo, mientras en la sociedad griega se llevan a cabo prácticas homoeróticas, los platónicos pretenden construir un modelo de sociedad basada en la reproducción guiada por la clase gobernante.

      El tomismo, como hemos leído en los textos del curso y en el libro de Ugarte, parte de un modelo epistemológico diferente, pero tiene el mismo objetivo: definir lo natural para establecer un control de la reproducción. Observamos, dicen, que todo ser natural tiende l fin que le es propio. Observamos, dice, unas tendencias en los seres. Estas tendencias naturales vienen a desarrollar la esencia de esas sustancias. Si impedimos que esas tendencias naturales sigan su curso, habremos impedido que ese individuo se desarrolle como ser humano. Y además de nos alcanzar la verdadera felicidad, se habrá vuelto contra el creador de esas sustancias. Será, pues, malo, perverso, antisocial, antinatural y ateo. La ley positiva, las leyes de los Estados, deben guiarse por ese modelo de “lo natural”.

   Más sutil es el esencialismo naturalista que surge con el auge de la biología y la teoría de la evolución. Los naturalistas modernos describen, recopilan, clasifican y explican. Este modelo epistemológico tiene mucho prestigio en el ámbito de la física matemática. Al trasladarlo al campo de las relaciones humanas, con la mediación de la biología, este modelo sirve para justificar, con aparente ausencia de principios teológicos o metafísicos, las nuevas teorías sobe “lo normal”.

   La noción de especie sirvió para establecer una clasificación de los seres vivos. Parecía que la naturaleza nos ofrecía un patrón para ordenar todo lo vivo. La teoría de la selección natural completo este modelo esencialista. Aunque las especies hayan cambiado con el tiempo, observamos que todo lo que existe es fruto de la selección natural. Aunque todo podría haber sido de otro amanerar, ha sido así. Y esto es lo natural. Los órganos tienen sus funciones. Estas funciones son el producto de las leyes de la genética y de la selección natural. Aquellas funciones que no contribuyan a la supervivencia de las especie pueden ser consideradas antinaturales. Los conceptos de función y órgano se asociaron al de salud y enfermedad. Dentro de la burguesía, estas teorías venían muy bien para clasificar las conductas de una forma “moderna”. El homoerotismo se consideraba un atentado contra las leyes de la naturaleza, contra las leyes básicas de la reproducción de la especie. Y como estas teorías nacían de la experiencia, del sentido común, aquellos que las negaban iban contra el sentido común.

         Los constructivistas han realizado análisis de gran valor liberador, como dice Hacking, pero no todo es construido... Por otro lado, Foucault puso el énfasis en todas aquellas estrategias que utiliza el poder para dominar. Las instituciones utilizan los conocimientos sobre el ser humano para clasificar y controlar. El saber es un momento más de la disciplina. En el caso de las identidades de género, las relaciones de producción pueden generar una ideología que realice definiciones de los sujetos normales y lo anormales. Este definir es un acotar. Los intereses de las clases dominantes se plasman en la construcción de esas identidades. Las identidades son un haz de expectativas para un sujeto: lo que puede hacer, lo que debe hacer, lo que se espera de él, lo que le conviene, lo que le hace humano....


Bibliografía

  - Granados Cosme, J Arturo: Medicina y homosexualidad. Prácticas sociales en tensión. Cuicuilco. Vol 13, nº 36.
 - Hacking, Ian. : Making Up People.
 - Hacking, Ian.: Representar e intervenir. Editorial Paidós.
 - Hacking, Ian: ¿La construcción social de qué?. Editorial Paidós.
- Martínez, M. L:
      - Ontología histórica y nominalismo dinámico: La propuesta de Ian Hacking para las ciencias humanas. Cinta Moebio 39: 130-141.
             - El realismo científico de Ian Hacking: de los electrones a las enfermedades mentales transitorias. Revista  Redes. 22. pp.153- 176.
- Mill, S.:   La naturaleza. Alianza editorial.

- Ugarte Pérez, J.: Las circunstancias obligaban.

lunes, 2 de septiembre de 2013

ÉTICA DE ROEDORES VII: EL ESTILO.

  Hay escritores que utilizan estructuras sintácticas muy complejas, un vocabulario rico y cuentan historias atractivas. Pero no los consideramos grandes escritores. Les falta algo: eso que permanece detrás de la técnica. Lo mismo ocurre en el resto de las artes. Es lo que llamamos el estilo. Quizás sea esa capacidad de utilizar los recursos formales para decir lo que se quiere decir. Esos autores que nos encantan, en muchas ocasiones, no destacan en el uso de las técnicas. Pero poseen ese algo. Quizás sea la intención de decir algo verdadero lo que nos atrae de ellos. Transmiten un estilo de vida. Ahí está la clave. El artista con estilo transmite una forma única de ver el mundo. Crea mundo. Por eso es tan difícil adquirir un estilo propio. El artista que renuncia a vivir de forma creativa no puede trasmitir esas nuevas realidades que nos apasionan. El estilo es lo que queda después de haber hablado, escrito, pintado, cantado...Para reconocer el estilo de un creador también hay que ser creador. Los que esperan el esquema oficial no puede apreciar lo nuevo. No esperan a que llegue el final para reconocer el estilo. Claro, el estilo es riesgo. Vivir con estilo supone admitir que el mundo no tiene importancia y que podría ser de otra forma. El que espera el esquema de vida oficial sólo puede vivir en un mundo, ajeno. Así que hay que leer y saborear esa forma de estar en el mundo que nos ofrece el escritor. Y hay que mirar el cuadro sabiendo que lo importante del cuadro no puede hallarse en la forma o en el contenido, porque, además de saber que ese dualismo es inaceptable, intuimos que lo que nos apasiona es ese querer decir que todo podría haber sido de otra manera.