miércoles, 12 de agosto de 2015

BRAVOS INDICADORES

¿Por qué prohibir una actividad que sirve de indicador de la irracionalidad humana? Aunque nos sobren pruebas y menos sangrientas... Además del sufrimiento innecesario, esas bravas actividades nos recuerdan nuestro gran fracaso. Y es lo que más duele. No somos capaces de convencer con argumentos ni hemos fomentado la sensibilidad que nos corresponde. Toda prohibición oculta algo. El que la establece intenta ocultar su noble fracaso. El que la sufre, con su resistencia, con su indignación, olvida el contenido obejtivo de la prohibición. La irracionalidad es como un hongo silencioso. Los franceses plantan un rosal delante de la viña para detectar a tiempo su presencia. Nuestras bravas actividades nos cuentan hasta dónde ha llegado el terrible hongo.