jueves, 20 de abril de 2023

Elecciones artificiales (II)

    

    La nave ha explotado a los pocos segundos de ser lanzada. Casi 3000 millones de dólares han volado por los aires. Y los responsables afirman que ha sido un éxito, que podía haber sido mucho peor, que se ha alejado lo suficiente y que los daños no han sido muy grandes. Y por si fuera poco, la compañía ha aprendido mucho para futuros lanzamientos. El proyecto se presentaba como una alternativa a la NASA. Al leer la noticia sobre semejante fiasco, mi cerebro, propenso a la metáfora y la analogía, me trastocaba las palabras. Me ha costado terminar de leer el artículo. Donde ponía nave, mi cerebro leía coalición... La mañana tecnológica de Texas pasaba a ser una noche electoral. Los gestores de esta empresa de tecnología espacial han aprendido a crear nuevas expresiones, eufemismos de domingo calamitoso. Han hablado de desintegración no programada. Y se han quedado tan a gusto. En algunas coaliciones, construidas a contrarreloj, se corre el riesgo de una desintegración programada, no porque aparezca en sus objetivos semejante autodestrucción, sino porque han dedicado más tiempo a elegir quién pilota la nave y quién ocupa cada asiento que a diseñarla bien, con cada pieza en su sitio y todos los sistemas a punto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Diálogos