lunes, 6 de agosto de 2018

BELLEZA HIRIENTE

 
Montaña palentina
Una de las ventajas de destrozar el planeta es que de vez en cuando creamos paisajes bellos y originales. Nos acercamos a lo sublime, pero por otro sendero. Es una belleza que hiere, no al modo romántico, sino posmoderno: la imagen ha sido capturada por un teléfono móvil y estoy escribiendo en un ordenador portátil enchufado a la red eléctrica... Esta belleza que hiere brota de los pliegues de la conciencia, porque ya no hay vuelta atrás para la mirada humana. Sólo un gran impulso creativo puede aliviar el dolor de la herida. Olvidaremos los árboles sumergidos, los pueblos abandonados y el trabajo de los que nos precedieron. Necesitamos crear nuevas realidades para generar nuevas memorias. Sabemos que la belleza que hiere forma parte de nuestra condición. Como nadie quiere renunciar a nada, debemos poner a trabajar nuestros cerebros para diseñar nuevos paisajes. Y sabemos que todos los paisajes humanos han sido hirientes, desde siempre.