Félix
Vázquez presentó el sábado su proyecto “Colección de retratos” en los gélidos
Claustros de Santo Domingo. Los asistentes, con el paso de los minutos, nos
fuimos convirtiendo en resistentes, a pesar de la excelente actuación de Leonor
Leal y la película de Félix Vázquez. Obras de arte como éstas no se merecen un
puñado de sillas de plástico dentro de un frigorífico repleto de resonancias
insufribles. El contraste era terrible: los cuerpos sudorosos de los artistas
frente a los temblorosos cuerpos de los espectadores. La belleza de los
Claustros no es suficiente para convertirlos en un auditorio. Se necesita algo
más: acondicionarlos para que el arte no se vuelva una tortura.
Producida
por SARAO FILMS y dirigida por Félix Vázquez, “Colección de retratos” es un
conjunto de cortos en los que aparecen como protagonistas importantes artistas,
sobre todo del baile: Mariano Bernal, Úrsula López, Rocío Molina, Andrés Marín,
Niño de Elche, Cristina Hall, Tino Van Der Sman, Manuel Cañadas, Cristian
Lozano, Tamara López, Leonor Leal, Raúl Botella, Vicente Gelo… Los pinceles
sirven de transición para mostrarnos el trabajo del cuerpo y del ritmo en las
situaciones menos esperadas. Son los momentos del ensayo, del esfuerzo diario,
del viaje, de la estación, del avión, del servicio del tren, del semáforo o de
la calle. El movimiento de la cámara y los planos tan cercanos transmiten la
esencia de la comunicación en el baile: pies, uñas, miradas, percusión,
espacio, flexibilidad, tiempo…
Hay muchos retratos
que se centran en la dimensión formal, estética, en cómo lograr ese encaje
entre cuerpo y ritmo. Sin embargo, Félix Vázquez va más allá de lo estético con
este proyecto. Muchas de las piezas nos recuerdan lo que hay al otro lado del
escenario: los continuos viajes, el desgaste, el sacrificio, don dinero,…
Con las
ruinas de la Acrópolis de fondo, en “Atenas”, una lata de comida para gatos
comienza a rodar tras ser empujada por un zapato rojo. El sonido de la lata al
golpear las piedras y adoquines genera ritmo. Sigue rodando y se va acercando a
la Atenas nueva, donde es recogida por Leonor Leal. Otro retrato transcurre en
los aseos de un tren. Los artistas entran y salen, con sus móviles, sus
aplicaciones, sus prisas o su cante. En “La base de la comunicación. Un
lenguaje común.”, asistimos a la creación de una coreografía con Andrés Marín. También
contemplamos el proceso creativo de “Compás de Espera” de Manuel Cañadas, un
cuerpo desplegándose en poco espacio. En el retrato del Niño de Elche una soleá
adquiere un ritmo infernal…