domingo, 3 de agosto de 2014

ÉTICA DE ROEDORES XVI: CORRER EN EL EXILIO

 El corredor avanza con su voluntad, con todo su cuerpo. Porque el cuerpo es la voluntad. Todo el cuerpo es la voluntad. En los tejidos, en las células, habitan nuestros deseos, todos los deseos. Con la piel también abrimos senderos. Queremos con lo que somos, hasta con la sombra que perseguimos con cada zancada. En las afueras de uno mismo es donde hallamos la comprensión, donde todo se difumina. Corremos. Buscamos la zona difusa de nuestros deseos. Y sabemos que es una huida. Pero el corredor no teme huir. Sabe huir. Y en la huida es capaz de resolver cualquier enigma matemático o artístico. Correr y pensar en el exilio, fuera de uno mismo. El estilo del corredor es el estilo de su pensamiento, de su vida. Zátopek atrae las miradas de los humanos, con su gesto. Turing atrae los odios de los miserables. Sus senderos siguen con nosotros y nos proporcionan nuevas formas de pensar la vida y la inteligencia. Intentaron robarles el código secreto de la dignidad, sin éxito. Los roedores corretean entre las grandes patas de los dinosaurios y huyen con estilo.