En la próxima edición de FEGASUR, la Feria Nacional de
Ganadería, habría que incluir dentro de su programa educativo un taller
dedicado a la ética y los animales. No basta con saber de dónde viene la carne
y los tipos de ganado que existen. También hay que preguntarse por las
condiciones en las que se cría, los métodos de los mataderos y el transporte.
Según Ursula Wolf, 450 mil millones de animales viven en situación industrial. Además
de conocer la importancia económica de este sector, el alumno debería saber si
otros modelos son posibles o no.
En los próximos planes de estudio relacionados
con la gestión del sistema sanitario también deberíamos incluir unos créditos
obligatorios dedicados a la ética y los animales. Los expertos encargados de
controlar las enfermedades contagiosas se han topado con un problema
aparentemente nuevo: ¿qué debemos hacer con los animales domésticos en caso de
epidemias?
Miguel Parra |
Y en las ciencias experimentales también se
debería incluir una materia dedicada a pensar acerca de los tipos de
experimentos que realizamos con los animales. Ursula Wolf, en “Ética de la
relación entre humanos y animales”, Plaza y Valdés Editores 2014, comenta que
en el mundo se emplean cien millones de vertebrados al año.
Cuenta
Jesús Mosterín que en los años ochenta inyectaron el virus de la
inmunodeficiencia humana a 200 chimpancés nacidos en cautividad. El experimento
fue un fracaso en todos los sentidos, científico, económico y moral. Durante
quince años estuvieron encerrados en pésimas condiciones esos chimpancés. Resulta
que no sirvieron como modelo. “Ningún enfermo humano del sida obtuvo el más
mínimo beneficio de esa tremenda injustica causada a 200 parientes próximos
sensibles e inteligentes”. Jesús Mosterín ha dedicado dos libros a los
animales. “El reino de los animales”, Alianza Editorial 2013, es una
descripción biológica y etológica. “El triunfo de la compasión. Nuestra
relación con los otros animales”, Alianza Editorial 2014, plantea los problemas
éticos que genera nuestra convivencia con ellos.
Ni la
teoría de la selección natural ni los recientes avances en genética han logrado
erradicar de nuestra cultura la idea de que no somos meros animales. Todavía
pensamos que hay un corte (ontológico, biológico, teológico,…) entre los seres
humanos y los demás seres vivos. Incluso los que conocen la teoría de la
evolución hablan de “más evolucionado” o “cumbre del proceso evolutivo”,
términos carentes de sentido si nos mantenemos en el plano científico. De una u
otra forma pensamos que nuestro estatus ontológico especial genera también un
estatus ético especial.
En las últimas
décadas se ha iniciado un cambio. Desde la ética se habla ya de derechos de los
animales. Incluso en las legislaciones aparece esta nueva sensibilidad. Ursula
Wolf nos recuerda que en el protocolo de la protección de animales del Tratado
de la UE de 1997 los animales son considerados “seres que sienten” y que se
establece la obligación “de tomar en consideración las exigencias de su
bienestar en todo su alcance”. Un giro, pero no suficiente.
Una vez que
asumamos el gradualismo biológico, no nos quedará más remedio que aceptar el
gradualismo ético. Si sabemos que los animales sufren y padecen como nosotros,
tendremos que revisar aquellas actividades humanas que implican sufrimiento
innecesario. Si consideramos que el trabajo genera derechos, habrá que conceder
ciertos derechos a los animales que forman parte de nuestra comunidad.
Los animales domésticos tendrían
derecho, por ejemplo, a una asistencia sanitaria, a una educación básica y a un
trato que evite los sufrimientos innecesarios. Hemos introducido animales en
nuestras casas, en nuestro sistema productivo. Nos aportan riqueza y bienestar.
Un perro debería tener derecho a ser educado para convivir con nosotros y a
recibir los tratamientos médicos que merece cualquier ciudadano. Si los hombres
trabajamos como burros y los burros trabajan como los humanos, el corte ético y
político carece de fundamento.
http://www.diariodejerez.es/article/jerez/1897659/necesito/burro/animales/y/comunidad.html