A pesar de estar encerrado, por motivos de salud, Cándido no se ha olvidado de este humilde blog y nos ha remitido su emblemático almanaque. El lema de este año es "Lo esencial está de moda". Me dice que le ha costado mucho encontrar lo esencial de cada mes. Y es que tendemos a lo superficial y a enredarnos con las apariencias, se lamenta. Claro que, si uno lo piensa bien, las apariencias son el núcleo esencial de nuestras sociedades, añade con resignación. Así que enero comienza con un "Rebaja tus expectativas y no sufrirás tanto". En febrero hallamos ese célebre aforismo del conocido filósofo lapón: "¡Qué fácil es disfrazarse en el Caribe!" En abril nos recuerda la meditación décima de su teólogo favorito: "Vivir sin pasión, menuda cruz." Todos los meses ofrecen alguna perla. Esperemos que Cándido vuelva pronto al taller, con sus averías y sus ilustrados clientes. Cuando fui a cambiar el aceite, hace un mes, me lo encontré discutiendo acaloradamente sobre un texto de Pascal con un señor que solo había entrado a comprobar la presión de una rueda. En fin, que mejore. Y ya saben, como dice Cándido: "Vivimos en el mejor de los mundos posibles. Y si no es sí, se lo reparamos. "
sábado, 1 de enero de 2022
Calendario de Talleres Leibniz 2022
A pesar de estar encerrado, por motivos de salud, Cándido no se ha olvidado de este humilde blog y nos ha remitido su emblemático almanaque. El lema de este año es "Lo esencial está de moda". Me dice que le ha costado mucho encontrar lo esencial de cada mes. Y es que tendemos a lo superficial y a enredarnos con las apariencias, se lamenta. Claro que, si uno lo piensa bien, las apariencias son el núcleo esencial de nuestras sociedades, añade con resignación. Así que enero comienza con un "Rebaja tus expectativas y no sufrirás tanto". En febrero hallamos ese célebre aforismo del conocido filósofo lapón: "¡Qué fácil es disfrazarse en el Caribe!" En abril nos recuerda la meditación décima de su teólogo favorito: "Vivir sin pasión, menuda cruz." Todos los meses ofrecen alguna perla. Esperemos que Cándido vuelva pronto al taller, con sus averías y sus ilustrados clientes. Cuando fui a cambiar el aceite, hace un mes, me lo encontré discutiendo acaloradamente sobre un texto de Pascal con un señor que solo había entrado a comprobar la presión de una rueda. En fin, que mejore. Y ya saben, como dice Cándido: "Vivimos en el mejor de los mundos posibles. Y si no es sí, se lo reparamos. "
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