sábado, 9 de septiembre de 2023

Aviso a navegantes

    

    Nos atrae la vida del navegante, allá en alta mar y con un horizonte difuso, plomizo: vivir en el exiguo espacio del barco, pero con un tiempo infinito. Las estrellas o los radares han servido de guía a los marineros. Eran capaces de extraviarse en el inmenso espacio del océano, el laberinto de espuma, sin perder el tiempo. Hoy los internautas estamos siempre localizados, con el itinerario exacto a nuestro alcance. Dominamos los espacios, pero hemos perdido el tiempo. O lo hemos regalado. Nuestro navegar es arrogante, ajeno al sentido común y la mesura, por eso ha enfadado a los dioses. ¡Regalamos la esencia del ser! El sistema de dispositivos se nutre de nuestra voluntad, de nuestros deseos, de nuestra libertad. Lo hemos querido nosotros. La estructura de los dispositivos no se impone, no es coercitiva, sino seductora, como las sirenas. ¡Que nos tapen los ojos y los oídos para no sucumbir a nuestros ingobernables deseos! Y no hay tiempo.

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