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Nadav Kander |
Recuerda que las estatuas son de madera y que el brillo no es oro. Y que la madera viene de los árboles del bosque, del maldito bosque. Hace tiempo que se olvidó todo esto. No somos capaces de ver la savia y los nudos. Nos asusta el roble y tememos a la encina. No queremos saber nada de la madera, ni de la materia... Recuerda que todo es un invento. Ni las lluvias pueden con la imagen que uno tiene del cosmos... Soportar el peso de las falsas imágenes no es agradable para un ser racional. Arrastramos el peso de aquello que nos humilla como si fuese nuestra mayor hazaña. Y otros, los dinosaurios, duermen tranquilos allá en la montaña, porque los roedores se entretienen con luces y viejas maderas. Nada hay tan terrible como el olvido: la madera procede de los troncos del viejo bosque. Y los miedos se esconden entre los musgos.... Recuerda, humilde roedor, que todo este teatro nace de tus miedos, de tus miserias... Recuerda que las estatuas jamás hablaron ni pensaron. Sabe el filósofo que la desidia del pensamiento se concentra en los ritos...